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Casa ordenada genera riqueza

Información Perú

Artículo de Carlos Alberto Aguilar Meza

Siempre hemos dicho que información es poder. Pero más poder aún es información procesada que genera conocimiento. Un vasto conocimiento que ayudaría a la formalización y desarrollo de áreas geográficas del Perú que ingresen en este proceso, y con ello de nuestros ciudadanos.

Los sistemas (o el sistema único) que permiten acopiar, registrar y procesar la vasta información que existe en el país son meramente un “medio” de soporte. El “fin” es la generación de riqueza y, finalmente, el bienestar del individuo y la familia. Nuestro objetivo, entonces, debería ser alcanzar que la información sea oportuna, confiable, representativa y útil.

Si bien no encontramos estudios concretos sobre el particular, quienes nos dedicamos al diseño y ejecución de proyectos somos sido testigos de excepción de que un proyecto público puede tomar hasta 10 años en ejecutarse (mínimo 4 años), contados a partir de su idealización. ¿Las razones? Existen muchas “justificaciones” que podrían explicar este fenómeno. Al final del día, lo cierto es que terminamos preguntándonos por qué persisten las protestas solicitando agua, salud y educación.

De todas las razones o “justificaciones” existentes (que son muchas), hoy solo me quiero referir a las carencias y deficiencias en el manejo de la información.

Cito ejemplos concretos. Región San Martin. Principios del año 2000, Iniciamos un gran proceso de construcción de Colegios en todas las provincias. El primer escollo que encontramos fue a quién pertenece la propiedad donde se construirían estos colegios. ¡Oh Sorpresa! A SINAMOS. Ello significaba revertir estas propiedades hacia el Ministerio de Educación.

Tres ejemplos adicionales de miles que existen. El proyecto para la construcción del Aeropuerto de Pisco estaba totalmente listo. Estudios de ingeniería y medio ambiente aprobados. Incluso se colocó la “primera piedra”, un día antes del inicio de la ejecución. ¡Oh Sorpresa! El Poder Judicial notificó una medida cautelar de un propietario con un título de propiedad del año 1905.

Un proyecto tan citadino, urbano y tan cerca al poder de las decisiones como la Línea 2 del Metro debería tener todas las facilidades imaginadas. Estaba previsto inaugurar 5 estaciones en mayo del 2016. Han pasado 5 años y aún no ocurre. ¿La razón? La informalidad en la propiedad, carencia de información y otras razones vinculadas a interferencias.

La construcción de la Segunda pista del Aeropuerto Jorge Chávez y el nuevo terminal de pasajeros se vieron postergados poco más de 10 años de lo previsto, entre otras razones por problemas en el saneamiento de la propiedad donde se ejecutará el proyecto.

Así podemos describir –con más o menos detalles– miles de casos vinculados a distintos proyectos en todo el país. Todos con un problema común: Carencia de información que deriva en informalidad de la propiedad. Tanta es la demanda en resolver solo este obstáculo (que no debería serlo), que hoy todos los diseños y contratos contemplan un capítulo denominado liberación de áreas. Pero a todas luces es insuficiente, porque la formalización de una propiedad debería ser previa a la ejecución de un proyecto.

El Capítulo tercero del El Misterio del Capital escrito por Hernando de Soto, describe que “En occidente, los activos se han hecho fungibles, al enlazar propietarios y activos, activos y domicilios, propiedad y obligaciones y, al facilitar el acceso a la información sobre la historia de activos y dueños; los sistemas de propiedad formal convirtieron a los ciudadanos de esos países en una red de agentes comerciales individualmente identificables y comerciales. Es entonces que, para generar capital, se requiere un complejo y poderoso sistema de propiedad legal que los países en desarrollo y los que salen del comunismo no tienen”.

Está claro que los países desarrollados apostaron fuertemente por una buena gestión de la información como base de su desarrollo sostenido. Pero existen países que en los últimos 50 años emergieron de la pobreza y hoy pueden considerarse ricos, como Singapur, Taiwán, Corea del Sur y Vietnam. En toda la literatura que revisamos encontramos que, de las 5 claves que enumeran el éxito de estos países, mencionan tres en común: Reforma profunda de la Educación, Bienestar Social y Gestión de la Información.

Escribí alguna vez que debemos planificar para poder desarrollar de manera ordenada y sostenible. Pero no se puede planificar sin información oportuna, confiable, representativa y útil.

Ya son muchos años que a través del Ministerio del Ambiente se viene trabajando el ordenamiento del territorio como base para originar una real planificación del país. La CEPAL describe el ordenamiento del territorio como “Función pública que tiene por objeto establecer el marco de referencia espacial necesario para las distintas actividades humanas, ya sean: asentamientos humanos, actividades productivas o de protección de los recursos naturales; señalando a su vez, la vocación de las diversas partes del territorio”.

Los países que realizaron el ordenamiento de su territorio utilizaron una metodología denominada Zonificación Ecológica Económica (ZEE), que es una herramienta participativa en la que se involucra a cada comunidad y a cada habitante del país, en el proceso de acopiar, registrar y procesar información del territorio. Obviamente es un trabajo de muchos años.

Esta metodología permite clasificar espacialmente y de manera concreta todo el territorio nacional. Identifica la vocación de cada territorio en términos de producción y conservación, los cuales determinarán apropiadamente actividades productivas rentables para las poblaciones. Permite clasificar ciudades, ordenándolas de tal manera que las actividades productivas, comerciales, militares e industriales que se desarrollen dentro de ella, puedan realizarlas en concordancia con los asentamientos humanos.

Uno de los productos de la ZEE es la construcción de planos catastrales de las ciudades. La conclusión de un proceso tan grande como este nos llevaría, finalmente, a conseguir de manera masiva los tan ansiados títulos de propiedad, para convertirlos en activos del país y conectarlos a la economía. Las Municipalidades podrían administrar, adecuadamente, el desarrollo de actividades al interior de sus territorios.

Este proceso nos permitiría también construir un sistema de información integrado que puede ser utilizado por todos los ciudadanos y los funcionarios que toman decisiones. Convertiríamos nuestra vigente realidad en tinieblas, en una sociedad dotada de luz para el desarrollo.

Cuánta razón tenía Francis Bacon Canciller de Inglaterra, allá por el siglo XVII, cuando sentenciaba que “Información es Poder”.

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